miércoles, 16 de noviembre de 2016

Odiseo:


es el héroe griego, Rey de Ítaca, hijo de Laertes, esposo de Penélope, padre de Telémaco, favorito de Atenea, némesis de Poseidón e inventor del caballo de Troya. Su característica dominante, además de sus pectorales, es su astucia. Es conocido por ser el más voluntarioso de los héroes griegos, y su ingenio salvó su vida muchas veces, la más notable, fue el episodio de Cíclopes. Su dominio de la improvisación, de los disfraces y el disimulo, lo ayuda a esconder su identidad de potenciales enemigos y lograr la lealtad de las personas a quienes engaña. Aunque algunos sensibleros moralistas de la actualidad cuestionan la moralidad de Odiseo por sus constantes mentiras (como pretender ser cretense y engañar a su mujer e hijo) el héroe justifica estas acciones por el resultado. Sus disfraces y mentiras suelen ser aprobados por Atenea, su diosa patrona, quien también actúa bajo varios disfraces para manipular a los humanos y lograr su cometido.
En cuanto a sus pectorales, bueno, digamos que rasgar su camiseta en público y burlarse de Cíclopes, después de dejarlo ciego, es solo un ejemplo. La cosa es que, aunque Odiseo es muy inteligente, también puede patear traseros: lanza discos, fulmina al hablar, domina el arco, navega como ninguno, se disfraza, confunde al oponente, y en general, es un hombre con todas las letras.
Lo que mete a Odiseo en tantos problemas es cuando justificadamente cae en hibris, o se deja llevar por la arrogancia. En el peor de los casos, esto no deja pensar bien a Odiseo, como cuando por su poco delicada burla de Cíclopes comienza la pelea entre él y Poseidón. Como Odiseo tenía que conseguir la gloria superando al monstruo, terminó vagando por los mares por diecisiete años, perdiendo todos sus acompañantes en inoportunas muertes.
cantante, al pregonero del pueblo y a otros que también fueron leales a su reinado. Y no olvidemos que todo el poema termina con el perdón, específicamente cuando las familias de los pretendientes muertos son forzadas por los dioses a perdonar a Odiseo y a su familia.


Y ya que estamos en el tópico de diferencias culturales: si comienzas a odiar a Odiseo por haber engañado a su esposa mientras ella pasó dos décadas durmiendo sola, simplemente recuerda que los estándares eran distintos en esa época, nos guste o no. No se supone que debamos ver a Odiseo como un imbécil por eso; más bien debemos pensar: “no es su culpa que todas esas hermosas e inmortales mujeres no puedan resistirse a sus encantos”.

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