Mitología de Poseidón:
Posidón (Neptuno, en latín) es uno de los Olímpicos, hijo de
Crono y Rea. Según las tradiciones, a veces se le considera el hermano mayor de
Zeus, pero en otras el menor. La leyenda más antigua, que cuenta que Zeus
obliga a su padre Crono a devolver los hijos que se había tragado, supone que
Zeus es el menor de la progenie, del mismo modo que Crono, que destronó a su
padre siendo el menor de los hijos de éste; sin embArgo, a medida que se fue
desarrollando en Zeus el derecho de primogenitura y de sobiranía, pasó a ser el
mayor. Es por eso que en las leyendas de la época clásica Posidón es
considerado generalmente el más joven que su hermano.

Posidón no sólo tiene el dominio del mar, sino que también
puede desatar tempestades, desquiciar las rocas de las costas con un golpe de
su tridente, y hacer brotar manantiales. Desde los tiempos de la Ilíada,
Posidón tiene asignado este dominio, como Hades reina en los Infiernos, y Zeus
en el Cielo y la Tierra. Sus relaciones con Zeus no son siempre amistosas. Con
Hera y Atenea, tomó parte en la conjura divina que tenía por objeto encadenar a
Zeus.
Posidón participó durante un año, junto con Apolo y el
mortal Éaco, en la construcción de la muralla de Troya. No obstante, creó un
monstruo que salía del fondo del mar y asolaba los pueblos troyanos para
vengarse de Laomedonte, que le había negado el salario convenido. Aquí empezó
el rencor de Posidón hacia Troya -por eso intervino en la guerra a favor de los
aqueos-. Sin embArgo, cuando éstos, en el principio de la Ilíada, deciden por
consejo de Néstor fortificar su campamento rodeando los barcos con un muro,
Posidón, en la asamblea de los dioses, protesta contra esta decisión, que
estima susceptible de disminuir la gloria que había obtenido al construir la muralla
de Troya. Durante cierto tiempo quiere permanecer al margen de la contienda,
pero pronto sale en ayuda de los aqueos, que llevan la peor parte, y adopta la
figura de Calcante para animar a los dos Áyax hasta que abandona la lucha por
orden de Zeus. Pero cuando Aquiles está a punto de matar a Eneas, Posidón salva
a éste (vela los ojos de Aquiles con una niebla, arranca del escudo de Eneas la
lanza que se había clavado en él y transporta al héroe lejos de las filas
amigas). El motivo que lo mueve a salvar a un troyano es que el Destino no
quiere la muerte de Eneas, quizás porque Eneas no es descendiente directo de
Laomedonte.

Posidón pasaba por haber tenido numerosos amores, todos
ellos fecundos, como Zeus; pero mientras los hijos de Zeus eran héroes
bienhechores, los de Posidón, como los de Ares, eran casi siempre gigantes
maléficos y violentos: con Toosa engendró al cíclope Polifemo; con Medusa, al
gigante Crisaor y al caballo alado Pegaso; con Amimone, a Náuplio; con
Ifimedia, a los Alóadas. Cerción, el bandido Escirón, que fue muerto por Teseo
y el cazador maldito Orión fueron hijos suyos. Los hijos que tuvo de Halia
cometieron toda clase de excesos y su padre tuvo que sepultarlos bajo tierra
para sustraerlos al castigo.
De Posidón se originan numerosas genealogías míticas,
especialmente los amores de Posidón y Deméter, de los cuales nacieron una hija
cuyo nombre estaba prohibido pronunciar, y el caballo Arión, que montaba
Adrasto cuando la expedición de los Siete contra Tebas. Por otro lado, Posidón
tiene una esposa "legítima", la diosa Anfitrite, una nereida, de la
que no tuvo hijos.
Poseidón es el dios griego del mar y de los terremotos. Tenía la reputación de ser un dios con mal genio. El símbolo de su poder era la lanza con tres pinchos conocida famósamente como el tridente, arma que utilizaba para pescar y que había sido un regalo de los cíclopes.
Era hijo de Crono y Rea, y hermano de Zeus y Hades. Se casó con Anfitrite que era una de sus asistentes, las nereidas.
Cronos y los otros titanes habían reinado hasta que Zeus inició una guerra contra ellos. Pero tras la victoria de los jóvenes dioses Zeus, Hades y Poseidón, el mundo quedó dividido entre ellos. Zeus dominó el cielo y Poseidón el mar. Siendo el rey de todos los dioses, Zeus dominaba además la tierra, el territorio neutral en el que el dios del mar se hacía notar a través de los terremotos. El iracundo Poseidón era temido como «el que sacudía la tierra», según palabras de Homero, e instigaba las mareas más abruptas y las tormentas en alta mar. Poseidón no aceptó de buena gana que su hermano fuese el soberano de todos los dioses. En una ocasión llegó a conspirar contra él, con la ayuda de Hera y Atenea, para intentar derrocarle. Los tres maquinaron la forma de encadenarlo, pero la nereida Tetis vino a rescatarlo y llamó al gigante de 100 brazos Briareo, de extraordinaria fuerza, para que acudiese al Olimpo. Allí se situó junto al trono de Zeus en actitud amenazante y consiguió sofocar la rebelión.
Las tormentas y terremotos eran la reflexión de su furia rabiosa. Cuando se enojaba, causaba desastres naturales. Viajaba por el mar en un carruaje halado de caballos junto a tritones y otros seres acuáticos.
Quiso poseer la ciudad de Atenas, por lo que le hizo brotar un pozo de agua salada en su acrópolis, pero los atenienses prefirieron a Atenea, quien les regaló algo más útil, el olivo. Descargó su furia contra algunos que lo ofendieron, como Ulises y Ayax. Poseidón también es conocido por los romanos con el nombre de Neptuno.

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