-Motín y Castigo de Poseidón y Zeus:
Hera, enfurecida por la constante infidelidad de su marido,
decidió iniciar el primer (y último) motín contra Zeus. Logró ganarse el
apoyo de Poseidón, Apolo y Atenea, y esa misma tarde, los dioses
se encondieron se escondieron en el pasillo adyacente a las cámaras reales de
Zeus, a la espera de la señal de Hera.
Tan pronto como Zeus se hubo quedado dormido, los cuatro rápidamente lo ataron con irrompibles y apretadas cadenas de oro. Incluso encadenado y completamente inmovilizado, Zeus era muy intimidante. Poseidón intentó razonar con su hermano y le exigió que fuera un mejor gobernante. Pero como Zeus se negó, Hera decidió dejarlo encadenado en su despacho hasta que estuviera de acuerdo. Poco después, los cuatro partieron hacía el Salón del Trono, donde organizaron una reunión democrática, que resultó ser una tarea muy engorrosa. Las bramidos de Zeus fueron escuchados por la nereida Tetis, y después de convencerlo de que sería misericordioso con los dioses que lo encadenaron, Tetis fue a buscar a Briares, su tío centimano, para ayudar a liberarlo. Briares estuvo más que feliz en salvar a Zeus, debido a que le debía su libertad por haberlo rescatado del Tártaro. Briares lo liberó, después de lo cual Zeus tomó su Rayo Maestro e irrumpió en el Salón del Trono, terminando violentamente la reunión. Zeus se mantuvo fiel a su palabra, y fue misericordioso hacia los cuatro dioses, pero todos fueron castigados.
Tan pronto como Zeus se hubo quedado dormido, los cuatro rápidamente lo ataron con irrompibles y apretadas cadenas de oro. Incluso encadenado y completamente inmovilizado, Zeus era muy intimidante. Poseidón intentó razonar con su hermano y le exigió que fuera un mejor gobernante. Pero como Zeus se negó, Hera decidió dejarlo encadenado en su despacho hasta que estuviera de acuerdo. Poco después, los cuatro partieron hacía el Salón del Trono, donde organizaron una reunión democrática, que resultó ser una tarea muy engorrosa. Las bramidos de Zeus fueron escuchados por la nereida Tetis, y después de convencerlo de que sería misericordioso con los dioses que lo encadenaron, Tetis fue a buscar a Briares, su tío centimano, para ayudar a liberarlo. Briares estuvo más que feliz en salvar a Zeus, debido a que le debía su libertad por haberlo rescatado del Tártaro. Briares lo liberó, después de lo cual Zeus tomó su Rayo Maestro e irrumpió en el Salón del Trono, terminando violentamente la reunión. Zeus se mantuvo fiel a su palabra, y fue misericordioso hacia los cuatro dioses, pero todos fueron castigados.
Poseidón y Apolo fueron temporalmente privados de sus
poderes y obligados a servir al rey Laomedonte de Troya.
Laomedonte le ordenó a Poseidón construir enormes muros alrededor de la ciudad de Troya con sus propias manos. Poseidón se indignó ante la perspectiva, pero Laomedonte prometió recompensarlo después de terminar su trabajo. Incluso sin sus poderes y divinidad, la fuerza de Poseidón superaba la de cualquier mortal, y fácilmente podía cargar seis enormes bloques de piedra a la vez. Varios años más tarde, después de terminar con las murallas, Poseidón le exigió la recompensa a Laomedonte. Sin embargo, Laomedonte afirmó que darle su libertad era la mejor recompensa que podía esperar. Poseidón, enfurecido, regresó al Olimpo donde Zeus le devolvió sus poderes. Sin embargo, los actos de Poseidón provocaron que Zeus le tuviese desconfianza a su hermano por mucho tiempo. Por su parte, Poseidón, aún furioso con el rey Laomedonte, hundió muchos barcos troyanos y envió una serpiente de mar a aterrorizar a los troyanos.
También, en la posterior y sangrienta Guerra de Troya, Poseidón apoyó a los griegos
Laomedonte le ordenó a Poseidón construir enormes muros alrededor de la ciudad de Troya con sus propias manos. Poseidón se indignó ante la perspectiva, pero Laomedonte prometió recompensarlo después de terminar su trabajo. Incluso sin sus poderes y divinidad, la fuerza de Poseidón superaba la de cualquier mortal, y fácilmente podía cargar seis enormes bloques de piedra a la vez. Varios años más tarde, después de terminar con las murallas, Poseidón le exigió la recompensa a Laomedonte. Sin embargo, Laomedonte afirmó que darle su libertad era la mejor recompensa que podía esperar. Poseidón, enfurecido, regresó al Olimpo donde Zeus le devolvió sus poderes. Sin embargo, los actos de Poseidón provocaron que Zeus le tuviese desconfianza a su hermano por mucho tiempo. Por su parte, Poseidón, aún furioso con el rey Laomedonte, hundió muchos barcos troyanos y envió una serpiente de mar a aterrorizar a los troyanos.
También, en la posterior y sangrienta Guerra de Troya, Poseidón apoyó a los griegos
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