2. LA HIDRA DE LERNA
Heracles recibió instrucciones de Euristeo para matar a
la Hidra de Lerna, una serpiente acuática que vivía en un pantano cerca de
Lerna, junto a Argos, en el Peloponeso. La Hidra tenía nueve cabezas, aunque
algunas fuentes aseguran que eran más aún. Era una criatura extremadamente
venenosa e incluso su aliento era mortal. Con la ayuda de Atenea, Heracles
encontró la guarida del monstruo y empezó a luchar contra él. Cada vez que le
cortaba una cabeza, brotaban dos o tres en su lugar. Además Heracles se vio
también atacado por un cangrejo o una langosta gigante que Hera había enviado
para ayudar a la Hidra. El héroe, acorralado, apeló a su primo Iolaos, que le
había conducido hasta Lerna. Mientras Heracles se deshacía de la langosta,
Iolaos prendía fuego a varios árboles. Con las ramas encendidas prendía fuego a
las heridas causadas por Heracles cada vez que cortaba una cabeza. Así
consiguieron acabar con la serpiente, pero antes de abandonar el pantano,
Heracles empapó las puntas de sus flechas con la sangre venenosa del monstruo
para disponer desde entonces de un arma mortífera. La Hidra y la langosta, que
al final le ayudarían, ascendieron al firmamento gracias a Atenea y dieron
lugar a las constelaciones de Hidra, la Serpiente, y Cáncer, el Cangrejo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario